El FC Barcelona vive una auténtica plaga de lesiones. Hansi Flick ha visto cómo varias piezas clave de su equipo han caído lesionadas a pocos días del Clásico del 26 de octubre. El último en sumarse a la enfermería ha sido Robert Lewandowski, que regresó tocado del parón de selecciones con Polonia.
El delantero notó molestias en el bíceps femoral de la pierna izquierda durante la primera parte del Polonia–Lituania, pero aun así disputó el partido completo. Tras las pruebas médicas, se confirmó una rotura muscular que lo mantendrá entre tres y cuatro semanas de baja.
Malestar interno
Según informó el periodista Xavi Hernández en Barça Reservat (Catalunya Ràdio), la decisión del jugador de seguir en el campo pese a las molestias ha generado malestar tanto en el vestuario como en la dirección deportiva. En el club no entienden por qué Lewandowski, a sus 38 años y con un alto coste salarial, asumió ese riesgo en un partido que Polonia tenía prácticamente controlado.
El encuentro, importante en la clasificación para el Mundial, enfrentaba a Polonia —segunda con diez puntos— contra una Lituania colista, con solo tres y sin victorias. Al descanso, los polacos ganaban cómodamente y el azulgrana ya había sentido un pinchazo, incluso fue visto con un vendaje en la pierna al salir del vestuario. Aun así, decidió continuar y terminó marcando el segundo gol, aunque a costa de agravar su lesión. En el club consideran la decisión “imprudente”, según la emisora catalana.

Un problema recurrente
Lewandowski arrastra molestias de espalda desde la pasada temporada, un problema que podría estar favoreciendo la aparición de lesiones musculares. De hecho, ya se perdió partidos clave del tramo final del curso anterior —como la final de Copa o el Clásico— y llegó muy justo a la vuelta de Champions en San Siro.
Una enfermería preocupante
La lesión del polaco se suma a una larga lista de bajas que preocupa a Hansi Flick. Antes que él cayeron Olmo, Joan García, Raphinha y otros jugadores importantes. El cúmulo de problemas físicos ha encendido las alarmas en Can Barça y ha generado cierto runrún interno sobre la gestión de las cargas de trabajo y la coordinación con las selecciones.



