El FC Barcelona sigue inmerso en una operación salida silenciosa pero estratégica. En los despachos del Camp Nou tienen clara una prioridad: liberar masa salarial sin perder talento de futuro. Y en esa ecuación aparece un nombre propio: Iñaki Peña. El guardameta, formado en La Masia, se ha convertido en protagonista de los últimos días de mercado después de que el club culé haya reactivado las gestiones para prolongar su contrato y, acto seguido, buscarle una cesión que beneficie a todas las partes implicadas.
Según avanzó Mundo Deportivo, el Barça quiere asegurar la continuidad de Peña más allá de 2026 —año en que expira su actual vínculo— y al mismo tiempo colocar al portero en un contexto competitivo que le permita crecer. La hoja de ruta es clara: renovación inmediata, cesión con ficha asumida por el club receptor y liberación de espacio salarial en la plantilla culé.

Una portería superpoblada en el Barça
La situación de Peña no es sencilla. El Barça cuenta con un Marc-André ter Stegen indiscutible, al que se suma la reciente llegada de Szczesny y la irrupción de Joan García, fichado este mismo verano. Con tres porteros por delante, las oportunidades para Peña son prácticamente nulas.
El canterano necesita minutos para consolidarse y demostrar el nivel que ya dejó ver en sus etapas de suplente, donde cumplió con nota cada vez que le tocó defender la portería azulgrana. A sus 26 años, la paciencia empieza a agotarse y tanto el jugador como su entorno buscan un destino donde pueda ser protagonista.

Girona, el mejor colocado
Aquí entra en escena el Girona. El club rojiblanco lleva tiempo interesado en Peña y, tras los graves errores de Paulo Gazzaniga en el estreno liguero, la necesidad se ha disparado. El argentino, que renovó recientemente hasta 2027, quedó muy señalado tras su expulsión ante el Rayo Vallecano y su continuidad como titular ya no está garantizada.
En Montilivi consideran que Peña encaja a la perfección en su proyecto: joven, con experiencia en la élite, de perfil fiable y con hambre de minutos. Además, el Girona disputará competiciones europeas, lo que le permitiría al portero acumular experiencia internacional de gran valor.

Un movimiento estratégico para el Barça
Más allá de lo deportivo, la operación tiene un trasfondo económico evidente. El Barça necesita reducir masa salarial para poder moverse con mayor flexibilidad en el mercado. Ceder a Peña con su contrato renovado asegura al club dos cosas:
Protege un activo de futuro, evitando que se marche libre en 2026. Libera carga salarial, ya que la intención es que el club que lo reciba asuma la totalidad de su ficha.
El plan es similar al que la dirección deportiva ha intentado aplicar con otros jugadores de rol secundario: atar el talento, mantener el control de su futuro y al mismo tiempo descargar las cuentas.

El portero que no se rinde
Iñaki Peña siempre ha dejado clara su voluntad de triunfar en el Barça. Su formación en La Masia, su carácter profesional y su paciencia para esperar el momento lo convierten en un perfil muy valorado dentro del club. Pero el propio jugador sabe que necesita dar un paso al frente: los porteros crecen con partidos y confianza, y esa oportunidad parece difícil en el Camp Nou actual.
La posibilidad de jugar en Girona le permitiría asumir galones, pelear por objetivos ambiciosos y, al mismo tiempo, mantenerse cerca de Barcelona. Una opción cómoda y atractiva tanto para el jugador como para su entorno.
Futuro abierto, pero con un plan
El Barça no quiere repetir errores del pasado, como dejar marchar a jóvenes promesas sin contrapartida. Por eso, la estrategia con Peña es diferente: blindaje y cesión. El club entiende que puede ser el relevo natural de Ter Stegen a medio plazo, pero hasta entonces necesita crecer fuera.
El Girona es hoy el candidato mejor posicionado, aunque no se descarta que otros equipos de LaLiga o incluso del extranjero se interesen en los próximos días. Lo que parece seguro es que Peña saldrá cedido y que el Barça logrará cerrar una operación que equilibra el aspecto económico con el deportivo.
Conclusión
El Barça mueve ficha con Iñaki Peña y prepara una operación estratégica que puede cambiar la planificación del verano. Renovación, cesión y minutos de calidad: esa es la receta para convertir al guardameta en el portero del futuro azulgrana. Y en esta partida, el Girona aparece como el destino ideal tras la debacle de Gazzaniga.
En definitiva, lo que comenzó como un simple movimiento de mercado puede convertirse en uno de los grandes golpes de la ventana veraniega. Peña tiene la llave y el Barça ya ha trazado el camino: asegurar el futuro y dejar que el presente lo escriba en Montilivi.



