La lesión de Raphinha ha dejado algo más que preocupación médica en el FC Barcelona. Según Bruno Alemany en Que T’hi Jugues, la recaída del brasileño generó un verdadero terremoto en la Ciutat Esportiva. Hansi Flick, visiblemente molesto, pidió explicaciones inmediatas tras conocer los detalles del último entrenamiento del jugador.
El 22 de octubre, Raphinha volvió a ejercitarse con el grupo tras casi un mes de baja. La recuperación parecía encarrilada y en el cuerpo técnico ya lo veían preparado para reaparecer. El plan incluso contemplaba que fuera titular en el Clásico frente al Real Madrid.
Sin embargo, al día siguiente surgió el primer aviso. El jugador sintió una ligera molestia en la pierna, aunque no parecía grave. Los médicos le aplicaron tratamiento estándar y dieron luz verde para continuar entrenando.

Un error que cambió los planes
Durante la tercera sesión consecutiva, el extremo sufrió una nueva rotura muscular. El golpe fue doble: deportivo y emocional. En el vestuario sabían que Flick contaba con él para un partido clave, y la recaída fue recibida como un jarro de agua fría.
Según Que T’hi Jugues, el técnico alemán no ocultó su enfado. Interrumpió la sesión y reunió al equipo médico y al preparador físico para pedir explicaciones. Quería entender cómo un jugador que había completado dos entrenamientos podía volver a lesionarse de forma tan repentina.
Fuentes del vestuario describen la escena como “tensa” y “nada habitual”. Flick, conocido por su disciplina y rigor, consideró inaceptable la gestión de la carga física durante la semana previa al Clásico.
Flick quiere cambios en el área médica
El incidente ha reabierto el debate sobre la preparación física del equipo. En los últimos meses, el Barça ha sufrido una ola de lesiones musculares que afecta a jugadores clave. Desde el club se intenta mantener calma, pero el entrenador ha pedido una revisión completa de los protocolos médicos.
El alemán considera que hay errores en la planificación de los regresos y en la evaluación de riesgo. Para Flick, un jugador no debe ser declarado apto sin una recuperación funcional total. Esta exigencia ya ha sido comunicada internamente al área médica.
En paralelo, el club ha iniciado una auditoría interna sobre los procesos de control físico. La prioridad es evitar más recaídas que puedan comprometer el rendimiento del equipo en una fase decisiva del calendario.
El giro final: un titular que nunca llegó
Raphinha debía reaparecer en el Clásico como una de las sorpresas tácticas de Flick. El entrenador confiaba en su desborde y capacidad para romper líneas. Pero la recaída cambió todo el plan en apenas 24 horas.
El enfado del técnico refleja la tensión creciente dentro del club por la gestión de las lesiones. En Can Barça, nadie oculta que el caso Raphinha ha sido un punto de inflexión.
El brasileño continúa recuperándose, mientras Flick exige garantías para que no vuelva a ocurrir. En el Barça, ya no se trata solo de curar lesiones: se trata de evitar errores que cuestan victorias.



