El nombre de Ansu Fati vuelve a sacudir el mercado. El delantero del FC Barcelona, que irrumpió con fuerza en la élite con apenas 16 años y fue rápidamente señalado como el sucesor natural de Leo Messi, atraviesa una situación que dista mucho de las expectativas que generó en sus primeros meses como profesional. Las lesiones, la falta de continuidad y la feroz competencia en la plantilla azulgrana han diluido su protagonismo hasta el punto de convertirse en una pieza secundaria del proyecto. Y mientras en el Camp Nou se lo piensan, desde el Principado ya han empezado a moverse: el AS Mónaco quiere hacerse con Ansu Fati este verano.
El club monegasco, que ha finalizado tercero en la Ligue 1 bajo las órdenes del técnico austriaco Adi Hütter, tiene asegurado su billete para la nueva ‘fase liga’ de la Champions League 2025/26. Con una plantilla joven y dinámica, el Mónaco busca reforzar su ataque con un perfil que combine talento, desequilibrio y proyección internacional. Y Ansu encaja en ese molde. A pesar de no haber tenido continuidad en los últimos años, su potencial sigue siendo indiscutible para muchos ojeadores y directores deportivos en Europa. Desde el club del Principado ya se han producido los primeros contactos para estudiar su incorporación, y la operación podría acelerarse en las próximas semanas.
El interés del Mónaco no es nuevo. Esta misma temporada, en el debut europeo ante el FC Barcelona, el equipo francés se impuso 2-1 en el Stade Louis II, un partido en el que Ansu Fati jugó apenas dos minutos. Ese fugaz regreso a la Champions League con la camiseta azulgrana no hizo sino reflejar su situación: más cerca del olvido que del foco. En agosto, tampoco pudo participar en el Trofeu Joan Gamper a causa de una fascitis plantar en el pie derecho, otro contratiempo en una carrera marcada por los parones físicos.
La realidad es clara: Ansu no cuenta con la confianza plena del cuerpo técnico y su participación se ha reducido al mínimo. Ha jugado 298 minutos repartidos en 11 encuentros oficiales esta temporada. Un registro pobre para un futbolista que llegó a portar el dorsal ’10’ tras la salida de Messi. La sombra del argentino era alargada, pero nadie esperaba que el descenso de protagonismo fuera tan acusado en tan poco tiempo.
En una entrevista reciente concedida a RAC1, el director deportivo del Barça, Deco, dejó la puerta abierta a una posible salida. “Primero tuvo un arranque espectacular, luego llegaron las lesiones. Se fue cedido al Brighton, hizo una gran pretemporada porque queríamos recuperarlo, y después volvió a lesionarse. Si cree que tiene que tener más minutos, lo hablaremos. Tiene contrato con nosotros y estamos contentos con él, pero si quiere mejorar, hablaremos”, declaró.
Ese “si quiere mejorar, hablaremos” suena a mensaje claro: el club no se opondrá a una salida si el jugador la considera necesaria. Y es que, más allá del discurso oficial, la sensación interna es que Ansu no está en los planes prioritarios del proyecto deportivo para la próxima temporada.
El entorno del futbolista valora las opciones sobre la mesa. Ansu necesita minutos, confianza y continuidad. En el Mónaco podría encontrar un contexto menos exigente mediáticamente, con protagonismo asegurado en una competición europea, y en una liga que ha servido de trampolín para varios jóvenes talentos en los últimos años.
La operación no será sencilla, ya que el Barça sigue considerando a Ansu como un activo valioso, pero tampoco se cerrará en banda si llega una propuesta que beneficie a todas las partes. El jugador tiene contrato hasta 2027, pero su situación actual invita a pensar que un cambio de aires puede ser la mejor solución.
Si finalmente se consuma la salida, será otro caso más de una joven promesa de La Masia que termina explotando lejos del Camp Nou. La gran incógnita ahora es saber si Ansu Fati tomará esa decisión… y si el Barça se atreverá a dejar marchar, de forma definitiva, al que un día fue considerado el heredero del trono de Messi.