El FC Barcelona se encuentra en una encrucijada con Ansu Fati. El joven delantero, que regresó este verano tras su cesión en el Brighton, sigue empeñado en hacer historia con la camiseta blaugrana. Sin embargo, Hansi Flick, el técnico alemán, no lo ve claro: en una reunión en enero, según desveló el Diario Sport, le dejó caer que lo mejor para su carrera sería buscarse otro equipo. Pero Ansu, fiel a su sueño, no se rinde. Y el club, ante esta situación, baraja una estrategia que ya suena familiar: la ‘Fórmula Umtiti’.
Esta jugada, utilizada en 2022 con el central francés Samuel Umtiti, podría ser la clave para cuadrar las cuentas y mantener al canterano en la plantilla. La idea es simple pero efectiva: renovar el contrato de Ansu, que actualmente se extiende hasta 2027, por tres años más, llevándolo hasta 2030. Así, su salario bruto —12 millones esta temporada 2025-26 y 14 millones en la 2026-27, un total de 26 millones en dos años— se prorratearía en cinco años. Con esta maniobra, el impacto anual en la masa salarial del Barça caería de golpe, pasando de cifras astronómicas a unos 5,2 millones brutos por temporada, más un pequeño extra para convencer al jugador de dar el ‘sí’.
El precedente está claro. Con Umtiti, el Barça logró estirar su contrato hasta 2026 cuando le quedaba solo un año, rebajando su sueldo y liberando espacio salarial para inscribir a Ferran Torres en el mercado de invierno. Fue un parche económico que dio oxígeno al club en plena crisis. Más reciente aún, Clément Lenglet siguió el mismo camino el pasado verano: renovó hasta 2027 con un salario reducido, facilitando su cesión al Atlético de Madrid. Ahora, con Ansu, la historia podría repetirse. Su actual sueldo, el tercero más alto de la plantilla según Capology (solo por detrás de Lewandowski y De Jong), bajaría a la zona media, quedando por encima de los jóvenes como Lamine Yamal, aún pendiente de su mejora contractual.
Pero no todo es tan sencillo. Esta estrategia no solo busca aligerar las cuentas, sino también abrir la puerta a una posible cesión o traspaso futuro. Con 5,2 millones anuales, más asumible que los 12 o 14 actuales, Ansu sería un caramelo más apetecible para otros clubes, algo que hoy, con su estipendio fuera del alcance de casi todos, parece misión imposible. Sin embargo, el jugador no está por la labor de salir. Tras un año irregular en Inglaterra, su obsesión es demostrar que puede brillar en el Camp Nou, aunque Flick, por ahora, no le dé ni un guiño de confianza.
¿Es esta la solución definitiva? Para el Barça, la ‘Fórmula Umtiti’ sería un respiro financiero y una apuesta por retener a una joya de La Masía sin hipotecar el fair play. Para Ansu, podría ser un voto de paciencia, una oportunidad de revertir su suerte bajo el escudo que ama. Pero también hay riesgos: alargar un contrato así implica comprometerse con un futbolista que, de momento, no encaja en los planes del entrenador. El tiempo dirá si este movimiento es un acierto táctico o un nuevo capítulo en la larga lista de malabares económicos del club blaugrana.
