Desde las oficinas deportivas del Barça ya trabajan para blindar su futuro. A pesar de su corta edad, el club considera prioritario asegurar su continuidad en la estructura azulgrana. Las primeras reuniones con su entorno apuntan a una hoja de ruta a largo plazo, orientada al desarrollo progresivo y controlado.
Un talento diferente dentro de su categoría
Ruslan Mba lleva más de siete años formándose en las categorías inferiores del club. Llegó procedente de un modesto equipo de Barcelona y su crecimiento ha sido constante. Cada temporada ha dejado huella con cifras sobresalientes y una madurez táctica impropia de su edad.
Su estilo recuerda a los extremos más clásicos del fútbol europeo. Atrevido, veloz y con el balón siempre pegado al pie, busca el desequilibrio desde la primera acción. Los entrenadores lo han apodado “la gacela de La Masia” por su aceleración y la forma en que ataca los espacios.
El punto de inflexión llegó durante la Porsche Football Cup U15, donde maravilló a todos los presentes. Frente al Bayern de Múnich firmó una actuación legendaria con tres goles y dos asistencias. Ese encuentro, que terminó 8-1, lo colocó automáticamente en el radar de varios ojeadores internacionales.
El Barça quiere blindar a su nueva perla
En el club hay consenso: Ruslan Mba es un proyecto de crack mundial. Por eso, el Barça ya prepara una estrategia para blindarlo frente a la creciente atención exterior. Aunque todavía no puede firmar un contrato profesional, la dirección deportiva diseña medidas para asegurar su continuidad a medio plazo.
El entorno del jugador mantiene una relación fluida con el club y comparte la misma visión. La prioridad es proteger su entorno formativo y evitar distracciones mediáticas. Desde la cantera insisten en que no existen atajos para llegar al éxito y que el proceso debe ser gradual.
Hansi Flick, informado de su evolución, ya ha recibido varios informes positivos sobre su rendimiento. El técnico alemán valora su potencial y no descarta invitarlo a entrenar con el Barça Atlètic en un futuro cercano. De seguir esta progresión, su salto al primer equipo podría llegar antes de lo previsto.
Referente de una nueva generación culé
Dentro del Cadete B, Ruslan Mba es líder, referente y ejemplo de profesionalidad. Sus compañeros lo describen como competitivo, disciplinado y siempre dispuesto a mejorar. Su carácter tranquilo fuera del campo contrasta con la agresividad positiva que muestra cada vez que pisa el césped.
Comparado con jugadores como Lamine Yamal o Ansu Fati en sus inicios, su irrupción genera una mezcla de ilusión y responsabilidad. En La Masia piden calma, pero reconocen que están ante un talento distinto. La consigna es clara: desarrollo sostenido, sin saltos prematuros ni presiones mediáticas.
El plan pasa por consolidarlo primero en juveniles y luego en el Barça Atlètic, donde podrá competir con jugadores mayores. Si mantiene su ritmo de evolución, podría debutar con el primer equipo en apenas dos o tres años. En un contexto donde el Barça apuesta por su cantera, su nombre ya suena con fuerza en el futuro inmediato del club.


