Según informa Mundo Deportivo, Joan Laporta y su junta ya analizan una alternativa que podría superar incluso ese ingreso. La nueva propuesta consiste en organizar un amistoso internacional antes de que acabe el año. La idea, todavía en estudio, pasaría por desplazar al equipo a Sudamérica para disputar un encuentro con alto impacto mediático.
El presidente azulgrana considera que la entidad no puede desaprovechar ninguna oportunidad de obtener ingresos extraordinarios. Con el fair play financiero ajustado y varias operaciones pendientes, cada millón cuenta. Por eso, el club ve este partido como una posible “palanca deportiva” capaz de aliviar la presión económica inmediata.

Una propuesta exótica y muy rentable
La junta directiva recibió la oferta hace unas semanas y la está evaluando con detalle. Aunque aún no hay rival confirmado, la propuesta económica resulta más que tentadora. Se trataría de un amistoso de exhibición en un escenario con capacidad para más de 40.000 personas y gran repercusión internacional.
Las informaciones llegadas desde Sudamérica apuntan a que el encuentro podría disputarse en Perú, concretamente en el Estadio Nacional de Lima. Existen contactos preliminares con organizadores locales, que sueñan con reunir al Barça en un evento de primer nivel. Incluso se ha barajado la posibilidad de medirse a un combinado nacional o a un histórico club del país.
Fuentes internas confirman que Laporta ya trasladó la propuesta a los capitanes y a Hansi Flick. Lo hizo durante su visita a la plantilla en la Ciutat Esportiva, tras la dura derrota en el Clásico. El mensaje fue claro: el club necesita nuevas vías de ingresos sin comprometer la preparación deportiva.
Un ingreso difícil de rechazar
La cifra que se negocia por disputar el amistoso oscilaría entre los siete y ocho millones de euros. Ese monto superaría ampliamente lo que el Barça esperaba obtener con el partido fallido de Miami. Para la dirección económica, sería una inyección inmediata y vital antes del cierre del ejercicio fiscal.
El principal obstáculo es el calendario y la regulación laboral. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) marca límites estrictos para jugar en el periodo previo a las vacaciones navideñas. La entidad deberá negociar una excepción o encontrar una fecha alternativa antes de fin de año.
En el club creen que el esfuerzo logístico valdrá la pena si se concreta el acuerdo. La operación, además de económica, serviría para reforzar la imagen global del Barça en mercados emergentes. Sudamérica sigue siendo un territorio con enorme poder comercial para la marca azulgrana.
Una estrategia con precedentes
No sería la primera vez que Joan Laporta recurre a este tipo de iniciativas. En 2023, el club ya disputó un amistoso en Dallas frente al Club América mexicano. Aquel viaje generó varios millones en ingresos y marcó un precedente para este tipo de maniobras financieras.
Dos años después, la fórmula vuelve a tomar fuerza como respuesta a la cancelación en Miami. En la junta consideran que la idea de un partido en Perú representa una oportunidad aún más lucrativa. Los promotores locales están dispuestos a cubrir todos los gastos y garantizar un beneficio neto superior.
La decisión final se tomará en las próximas semanas, pero el plan ya está en marcha. Si se concreta, el Barça viajaría a Lima antes del parón navideño para disputar su “partido de compensación”. Laporta lo ve como algo más que un amistoso: una nueva palanca millonaria para mantener a flote las cuentas del club.



