Denzel Dumfries ha sido uno de los nombres más sonados en las oficinas del FC Barcelona en las últimas semanas. Según desvela el diario SPORT, el internacional holandés fue ofrecido al club blaugrana por su nuevo agente, Jorge Mendes, con una condición muy atractiva: una cláusula especial de salida válida hasta finales de julio por tan solo 25 millones de euros. Una cifra muy inferior a su tasación real y una oportunidad de mercado que, en otras circunstancias, habría activado todas las alarmas en el área deportiva culé.
El Barça valoró seriamente la incorporación del carrilero del Inter de Milán. El cuerpo técnico encabezado por Hansi Flick veía con buenos ojos su perfil físico, ofensivo y de gran experiencia internacional. No obstante, tras una evaluación interna y varias reuniones, el club ha decidido no moverse por Dumfries, al menos mientras no haya salidas importantes dentro del primer equipo.
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El periodista especializado Fabrizio Romano confirmó que el caso fue estudiado internamente, pero que Hansi Flick considera que la posición de lateral derecho está suficientemente cubierta. El técnico alemán apuesta por Jules Koundé como primera opción, y también confía en el joven Héctor Fort, que ha tenido una gran progresión. Incluso Eric Garcia, aunque con perfil más central, ha sido contemplado como alternativa para ese puesto. Por tanto, sin movimientos de salida, no se contempla reforzar la banda diestra.
Durante este mercado estival, el FC Barcelona sí sondeó opciones de primer nivel para los laterales, consciente de que fue una de las posiciones más debilitadas durante la temporada anterior. En el costado derecho, el club preguntó por Jeremie Frimpong, pero el talentoso lateral del Bayer Leverkusen acabó fichando por el Liverpool por unos 40 millones de euros. Un precio absolutamente prohibitivo para el Barça actual, que vive una delicada situación financiera. En el lado izquierdo, también se valoró la situación de Álex Grimaldo, quien cuenta con una cláusula de salida de solo 15 millones para clubes españoles. Sin embargo, el interés no se tradujo en una oferta formal.
Con las finanzas en el punto de mira, el Barça ha priorizado este verano reforzar dos posiciones clave: la portería y el extremo izquierdo. El club se encuentra centrado en cerrar las inscripciones de Joan García, el portero del Espanyol, y del internacional inglés Marcus Rashford, quien llegaría como gran estrella para el nuevo proyecto. A día de hoy, esas son las operaciones estratégicas. Todo lo demás dependerá de las salidas.
Hay overbooking tanto en el centro del campo como en la zaga central, y la dirección deportiva es consciente de que alguna venta será necesaria para generar margen salarial y de inscripción. Solo entonces se podría reabrir el dossier Dumfries o plantearse la llegada de otro lateral. El problema es que la cláusula de 25 millones expira a finales de julio, por lo que el Barça probablemente perderá esta oportunidad de mercado si no actúa en cuestión de días.
Desde el Inter de Milán, la situación se vive con cierta tranquilidad. En el club italiano eran conscientes del interés del Barça, pero no han recibido ninguna oferta. Aun así, hay clubes de la Premier League muy atentos al futuro del jugador, y no se descarta que en los últimos días de julio o principios de agosto llegue una ofensiva desde Inglaterra.
Hansi Flick, por su parte, tiene muy presente lo que ocurrió al final de la pasada campaña, cuando las lesiones de Alejandro Balde y Koundé dejaron al equipo sin sus dos laterales titulares. Fue entonces cuando el técnico alemán tuvo que echar mano de los jóvenes canteranos Héctor Fort y Gerard Martín, quienes dieron un paso al frente y rindieron a un buen nivel. Esta experiencia ha reforzado la confianza del técnico en el talento de La Masia, aunque es consciente de que reforzar esas posiciones sería clave para competir en todas las competiciones.
En definitiva, el caso Dumfries refleja las limitaciones actuales del Barça en el mercado. Una oportunidad atractiva que, en otro contexto económico, probablemente se habría cerrado en cuestión de días. Pero hoy, con las prioridades bien definidas y un espacio salarial muy reducido, el club se ve obligado a dejar pasar a un jugador contrastado por un precio más que razonable.
