🚨 Según informa el diario Sport, el Athletic Club ha montado en cólera por el interés del FC Barcelona en fichar a Nico Williams, quien tiene contrato hasta 2027 y una cláusula de rescisión de 62 millones de euros. Desde Bilbao acusan al Barça de no jugar limpio, de presionar a LaLiga y de saltarse los límites del fair play financiero. Pero… la indignación huele más a teatro que a principios.

🤫 Mientras tanto, en Lezama… operaciones en la sombra
📌 Lo que resulta chocante, como expone Sport, es que el club rojiblanco no ha dudado en usar estrategias igual o más discutibles en el mercado. Su última maniobra: el fichaje de Manex Gibelalde y Eder García, dos perlas de la Real Sociedad con los que negociaron antes de que acabaran contrato. Legal, sí. ¿Pero con la misma vara ética con la que ahora miden al Barça? Cuestionable.
🕵️♂️ La fórmula secreta del Athletic: club puente y golpe final

💣 Casos como los de Andoni Gorosabel y Robert Navarro dejan en evidencia una táctica bien medida. Primero, la Real Sociedad los transfiere a otros clubes –Alavés y Mallorca– por cifras modestas y con contratos de un solo año. Luego, tras ese “puente”, aparecen vestidos de rojiblanco… y con contrato largo. Casualidad, lo que se dice casualidad, no parece.
🗣️ “Como un elefante en una cacharrería”
🔴 La frase más demoledora la dejó Patxi Puñal, director técnico de Tajonar (Osasuna), en Radio Marca Donostia:
“Las relaciones con la Real son de respeto. El Athletic entra como un elefante en una cacharrería, lo que puede se lo lleva y no mira atrás”.

🎭 ¿Ética selectiva en Bilbao?
Mientras en San Mamés se rasgan las vestiduras por un posible adiós de Nico, otras canteras vascas tiemblan cada vez que aparece un ojeador rojiblanco. El “ADN Athletic” parece ir más allá de nacer en Euskadi: también incluye oportunismo, presión y estrategia encubierta, todo en nombre de una supuesta filosofía intocable.
💬 ¿Quién juega sucio ahora?