A menos de un mes para el cierre del mercado, en el Barça se encienden todas las alarmas. El club necesita vender urgentemente para cuadrar cuentas, liberar masa salarial y poder inscribir a nuevos jugadores. Pero uno de los planes clave de la dirección deportiva se ha venido abajo: Andreas Christensen se niega a salir del club, tal como ha revelado el diario Sport en las últimas horas.
El central danés, que llegó libre desde el Chelsea y tiene contrato hasta 2026, ha cerrado completamente la puerta a cualquier tipo de salida, pese a que desde dentro del club estaban dispuestos incluso a dejarle marchar con la carta de libertad para ahorrarse su elevado salario. Christensen, que esta temporada ya cobra uno de los sueldos más altos de la plantilla, está convencido de que tendrá minutos bajo las órdenes de Hansi Flick, aunque no parta como titular.

La intención del área deportiva, liderada por Deco, era liberar fichas en defensa, donde existe un claro overbooking. Íñigo Martínez y Pau Cubarsí son la pareja favorita para el eje central. Además, el cuerpo técnico también cuenta con Ronald Araujo, Andreas Christensen y Eric García, quien está en negociaciones para renovar. Incluso Héctor Fort ha sido declarado transferible con el objetivo de liberar espacio para que Eric tenga más protagonismo como lateral derecho.
Ante esta acumulación de centrales, Deco había apuntado directamente a Christensen como el sacrificado, al no tener en sus planes renovarlo y viendo que no era prioritario para Flick. Sin embargo, el jugador ha sido tajante y su entorno tampoco ha movido ficha en el mercado, a pesar de que no ha recibido ofertas importantes tras su lesión. Desde enero, cuando se frustró una cesión al Brentford por recaída física, su voluntad ha sido clara: quiere quedarse en el Barça cueste lo que cueste.

En ese contexto, Flick y Deco tienen visiones distintas. Mientras el técnico alemán confía plenamente en Ronald Araujo, a quien ve como un perfil imprescindible en la zaga y futuro capitán del equipo, Christensen ha quedado en un segundo plano, aunque el danés no parece dispuesto a aceptarlo. Según Sport, el club está molesto con su postura, ya que estaban decididos a facilitar su salida para aliviar las cuentas.
Para más inri, ni Christensen ni Araujo quieren moverse. En el caso del uruguayo, su cláusula de rescisión bajó a 65 millones de euros a principios de julio, pero no hubo movimientos. Ambos jugadores quieren continuar, y eso dificulta enormemente la operación salida que necesita el club. Flick quiere contar con Araujo, pero el caso del danés representa un problema estratégico y financiero serio.

Todo esto sucede en medio de una gira asiática y con el mercado todavía abierto hasta finales de agosto. Desde el club no se descarta que puedan surgir oportunidades, pero la sensación general, según Sport, es que las salidas clave están completamente bloqueadas.
La prioridad del Barça sigue siendo reforzar otras posiciones, pero sin ingresos por ventas será muy complicado hacerlo. Y mientras los días avanzan, el tiempo juega en contra de Deco, que ya dejó claro que no quiere jugadores con solo un año de contrato sin renovar.
🔍 ¿Y ahora qué? La situación está más tensa que nunca. Flick intenta planificar con lo que tiene, mientras Deco busca fórmulas casi imposibles para cuadrar el rompecabezas. Una cosa está clara: si Christensen no se mueve, el Barça tendrá que buscar otra vía de escape… o resignarse a seguir con un problema sin solución.



